LA IMPORTANCIA DEL DESCANSO PARA LA SALUD FÍSICA Y MENTAL

En este artículo se va a exponer la trascendencia que tiene para nuestra salud un buen descanso y algunos consejos para mejorarlo.
Está claro que para tener salud es necesario un buen descanso. Durante el sueño, se produce una recuperación física y mental de nuestro cuerpo.
A parte de los beneficios obvios que tiene un descanso adecuado para nuestro físico, mentalmente también encontramos que, la memoria, la concentración y la capacidad mental mejoran cuando tenemos un sueño y descanso reparador.
Cuando dormimos adecuadamente, tenemos más energía y motivación y, como consecuencia de esto, un mejor rendimiento a lo largo del día. Dormir bien y las horas necesarias, nos relaja y reduce nuestro estrés diario.
La falta de sueño dificulta el aprendizaje y la realización de tareas. Además tiene efectos nocivos como una mayor ansiedad, reducción de los reflejos, desgana y falta de energía.
Te ofrecemos 11 sencillas claves para obtener un buen descanso:
- Dormir 8 horas aproximadamente. Algunas personas se encuentran mejor después de dormir sólo siete y otras necesitan nueve. Lo importante es encontrar el punto justo que nuestro cuerpo necesite.
- Mantener unos horarios lo más regulares posibles. Por ejemplo, irse a la misma hora a la cama, levantarse a la misma hora…
- Realizar ejercicio físico diario. Caminar, por ejemplo, 30 minutos al día.
- Cenar pronto y una cena lo más ligera posible. Irse a la cama con el estómago lleno o con la sensación de estar “lleno” dificulta que el sueño sea reparador.
- No usar aparatos electrónicos en la cama antes de dormir (móvil, ordenador portátil, televisión, tablet…). La luz que emiten estos aparatos altera el ciclo del sueño al interactuar con la producción de melatonina.
- Mantener unas condiciones adecuadas en el dormitorio: la menor luz posible, ruidos y temperatura adecuados.
- No realizar actividades complejas o estimulantes (tanto físicas como mentales) justo antes de dormir. Si estamos excitados es más difícil conciliar el sueño.
- Cuidado con los estimulantes (café, refrescos con cafeína, azúcar…). La cantidad de éstos que tomamos y a las horas a las que lo hacemos influyen de manera decisiva en nuestro descanso.
- Si dormimos siesta, como mucho de 20-30 minutos.
- Si nos cuesta conciliar el sueño hay ciertas cosas que nos pueden ayudar: un baño caliente, leer un libro, una tila, un vaso de leche caliente…
- Si tardamos mucho en quedarnos dormidos (más de 20-30 minutos), es mejor levantarse de la cama y volver a realizar las rutinas de antes de dormir, que quedarse en la cama pensando en que no podemos dormir.
Esperamos que estos fáciles consejos te ayuden a entender la importancia del descanso, en nuestro día a día y mucho más cuando tenemos una lesión o enfermedad.

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